La renuncia de Benedicto

Benedicto XVI dice "adios" al trono de Roma

La reciente renuncia del Papa Benedicto XVI ha tomado a todo el mundo por sorpresa, justo en medio de escándalos, acusaciones y denuncias a la Santa Sede por casos de pederastia, corrupción y delitos contra la moral. La razón para su renuncia al trono de "Pedro" es la gravedad de su salud para enfrentar los grandes problemas por los que pasa su Iglesia.

Mientras cierta minoría de habitantes del globo se ha pronunciado de manera negativa ante la decisión de Ratzinger, la gran mayoría de personas alaban y saludan afectuosamente dicha decisión. Incluso las FARC de Colombia saludaron y dieron muestras de admiración por la salida del Papa, esto debido al papel que Benedicto ha jugado en establecer negociaciones de paz entre las fuerzas guerrilleras colombianas y el gobierno cubano. En todo esto, me pongo a pensar ¿Cómo cumple esto la profecía?

La verdad es que la Biblia no menciona este suceso, pero en algo que se me viene a la mente es en el texto de Apocalipsis 13:3 "Y la tierra entera se maravilló en pos de la bestia". Aunque algunos de mis contemporáneos comentaran que este texto no cumple a cabalidad la realidad de los hechos, es interesante considerar cómo el mundo entero exalta y aplaude tal decisión (única en la historia) de renuncia a estas alturas.

Tendría que se un católico acérrimo para aplaudir la gesta de Benedicto cuando el liderazgo de su Iglesia se pudre en escándalos que envuelve a santos hombres de Dios. Violación a menores (de los mismos seminarios) por parte de su superiores y encubrimiento de los mismos; escándalos de abuso sexual que involucra directamente al sacerdote mexicano Marcial Masiel, líder de los Legionarios de Cristo; los famosos "Vatileaks", donde se informaban del deplorable estado de administración en el Vaticano, unido a corrupción, prevaricación y desordenes en la curia romana. Esto muestra la incapacidad del líder papal al enfrentar dicha situación.

Ante este panorama de las cosas, lo que intriga es quién será el sucesor de Benedicto. Escuché por ahí jocosamente el comentario de que un papa negro (de color) asumiría el trono. Aunque comentarios de ese tipo no faltan, lo seguro es que poco a poco la imagen de la Iglesia Católica está creciendo en poder y autoridad. Que líderes de estado, grupos guerrilleros y gurúes de otros credos saluden y alaben al Obispo de Roma por su decisión, la cual respeto, a pesar de la suciedad que rodeó su gestión, es hacerse la vista gorda ante tales atropellos. Y la felicitación que el mundo da al vicario de Roma muestra que la comunidad global apoya y reconoce al poder romano como el jefe espiritual de la cristiandad.